Ella saca del bolsillo de la chaqueta un cigarrillo y un
mechero. Enciende el cigarrillo y le da la primera calada. El niño aun esta de
pie junto a la puerta. Ella, de cabello negro, le mira a traves del humo denso
que escupe.
-Vas a quedarte ahí de pie? –hace una pausa para dar
otra calada y luego hace un ademán al niño para que se siente en una de las
butaca. El pequeño se sienta inseguro.
Nuestra fumadora sigue en su
labor, mirando al chico de apenas 10 años sentado. Ella acaba su pausa y
continua hablando:
-Sabes?, no me gustan los niños –advierte ella, mirando a
alguna parte. Ahora vuelve a llevarse el cigarrillo a los labios- Y menos si
son humanos…
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